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4 de marzo de 2017

Antonela Landeros , la forja de un sueño

Antonela Landeros , la forja de un sueño
Antonela Landeros, la forja de un sueño.

Inmigrante argentina
Empresaria en Cáceres con su proyecto IC3D rama de la mercadotecnia y la publicidad. IC3D


Tiene apenas 27 años y ya hace ocho que “cruzó el charco”, como ella dice, en busca de un sueño. No ha sido fácil, no han faltado obstáculos y momentos de desánimo, pero hoy nos recibe en el local de su empresa, en una calle céntrica de Cáceres, para hablarnos de ese sueño que trajo la que era casi una niña y que hoy se muestra una mujer sin freno.

Antonela nació en Rosario, Argentina. Debido a la crisis económica argentina de 2001, sus padres y hermanos viajan a España en busca de oportunidades. Antonela quedará allá todavía durante unos años, con sus abuelos. Tras acabar sus estudios de Ciencias Económicas, en 2009, partirá dirección a España, a Extremadura, concretamente.

“Llegaba con mucha ilusión, con unas ganas enormes de cambiar mi vida, de encontrar calidad de vida y un trabajo que me llenara”. Sin embargo, recuerda cómo chocó, entonces, con la crisis económica española, cómo su formación no era convalidada, cómo la burocracia abortaba sus sueños iniciales, cómo se tenía que conformar con trabajos que no eran lo que ella había soñado. “Ningún trabajo desprestigia, pero yo tenía un proyecto, quería llevar a cabo mi proyecto”. Quizá por eso decidió trabajar en todo lo que pudiera, “como auxiliar interna al cuidado de ancianos y niños, como friegaplatos, como chef de cocina…”

Dando forma al sueño

Antonela es la cuarta generación en su campo
Antonela es la cuarta generación en su campo
“Me negaba a conformarme con lo que la sociedad me daba y lo que quería esa sociedad imponerme, así que fui dándole forma al sueño”. Y en aquel momento echó la vista atrás, a su historia. Ella conforma la cuarta generación de una familia dedicada, de una manera u otra, a la rama de la publicidad. “He crecido entre imprentas -recuerda- mi abuelo es un diseñador formidable, pero también lo era mi bisabuelo, mi tatarabuelo, y mi padre y mis tíos también han trabajado en este mundo, así que decidí indagar y ver en qué podía yo innovar y qué podía yo ofrecer aquí en Cáceres”. Buscó la formación necesaria, hizo cursos, asistió a charlas, acudió a asesoramiento hasta que “pude decir: vale, ya tengo mi proyecto, ya sé lo que quiero abarcar, a qué tipo de personas me quiero dirigir…”. Tenía todo para pensar que los siguientes pasos serían fáciles. “Sin embargo -cuenta-, fue cuando empezó la montaña rusa de la burocracia. Siempre había cotizado pero en Extranjería me pedían de todo, infinidad de papeleos, infinidad de planes de empresa, infinidad de todo… Menos mal que Extremadura me dio la oportunidad de conocer a mucha gente, muchas asociaciones como Fundación Mujeres o Derechos Humanos, que me decían tranquila, no estás sola, y me ayudaron a sortear los problemas, y así a poquito a poquito...”.

Antonela en su empresa, en Cáceres
Antonela en su empresa, en Cáceres
Antonela mira firme, de forma cálida, pero muy firme y de frente. Rápidamente se percibe en esa mirada su disgusto cuando nos relata aquella visita a Extranjería, una de tantas, que con su proyecto sobre la mesa, “me sugirieron, me dijeron que tendría más facilidades con otro tipo de empresas como de limpieza o de atención domiciliaria. ¡Pero es que este es mi proyecto!, les dije”. Continuó con calma, nos cuenta, “seguí adelante con mi sueño”. Será precisamente este mensaje el que en más de una ocasión lance, “me gustaría decirles a todas esas mujeres que cruzan el charco, que vienen por conseguir un sueño, que no lo olviden, que no lo olviden al margen de obstáculos, que el sueño les está esperando”.

Reconoce que cada día hay obstáculos, “cada mañana sé que me los voy a encontrar, pero me acuesto pensando que tengo dos opciones: encontrarle la solución o no encontrársela, así que me voy a dormir tranquila sabiendo que alguna de las dos opciones tendré”, bromea. A lo largo de estos estos años en España dice que ha podido darse cuenta de que vive en un país “muy preparado para recibir nuevas ideas, nuevos proyectos, gente con inquietudes”, al margen de si se es “mujer, joven y extranjera”, tres cuestiones con las que ha tenido que contender en más de una ocasión. “En la rama de la publicidad hay muchos hombres, y tengo que tratar con ellos. Hombres de más de 30 años que, más de una vez, me miran casi como preguntando: ¿Y tú qué sabes de esto, si no te ha dado tiempo? Luego queda demostrarlo y si alguna vez me equivoco, me equivoco siendo mujer y siendo joven, no pasa nada”.

No son buenas las comparaciones, pero nos puede la curiosidad por saber qué sociedad, respecto a la mujer, se ha encontrado. “Me ha sorprendido porque la he encontrado más machista de lo que yo pensaba”. No tiene problema al decirlo. No puede tenerlo una mujer que quiere, precisamente, superar cualquier hálito de desigualdad, superar cualquier barrera de género. “Hace falta que la mujer sea algo más guerrera, como decimos en Argentina, que olvide los prejuicios y el qué dirán. Me chocó ver claramente una diferenciación: esto hace la mujer, esto hace el hombre, y ahí no te metas”.

"Nunca abandones"

Algo que puede compartir con el grupo de amigas españolas que ha ido formando en su nueva ciudad, mujeres emprendedoras, empresarias, madres, que comparten momentos de ocio y de trabajo y que “me repiten una y otra vez: Nunca abandones, con las ganas que tú tienes, nunca abandones”. Ellas son, sin duda, un ejemplo y un espejo en el que se mira muchas veces Antonela, “porque algún día quiero ser madre y no por eso dejaré mi trabajo, ni tendré la sensación de culpabilidad de que dejar a los niños en una Ludoteca es tener a tus hijos abandonados, lo que haré será maximizar mi tiempo”, a parte, piensa en alto, de intentar establecer un mejor horario para la conciliación, un deber pendiente en este país, un tema éste que más de una vez abordará con su grupo de amigas. “Mis amigas”, dice tras una pausa, un silencio, “las que me hacen sentir poderosa”.

Continúa hablándonos de sus próximos movimientos, sus viajes para seguir formándose, “clave para el empresario de tiempo y para el que acaba de empezar”. Así, en mayo viajará a Praga para realizar un curso de marketing. “No podemos dejar de formarnos, ahora viajo, pero otras veces a través de internet y en esta región que tantas posibilidades de desarrollo hay en el mundo rural, con internet no hay excusa para no formarse”, y recuerda una época de su nueva vida, trabajando en Serradilla, “un pueblo bellísimo, pero desde el que me tenía que abrir al mundo a través de internet si quería seguir trabajando en mi sueño”.

Nos habla de sus hermanas pequeñas, Camila y Sofía. “Me emocionan cuando me dicen que les encanta verme dueña de mi vida”. Y lo es. Lo ha conseguido.


3 comentarios:

  1. Así es vamos a por todas MUJERES GUERRERAS!!!

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  2. Vamos a por todas,formación,querer es poder,actitud y por sobre todo la acción!!

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  3. Bravo! Por todas las mujeres que siguen sus sueños y no se rinden! El mundo necesita mujeres como tu!

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